La primera actividad que me interesaba coincidió con clases, no pude ir.
Otra que era una visita guiada al Madrid de la guerra civil, pues ya no habían cupos y a pesar de que fui igual a ver si me podía colar, no fu posible.
La siguiente era una visita guiada al Madrid ilustrado... la misma cosa. Allí empecé a sospechar que todo era un simulacro y que en realidad no había semana de las ciencias y que todo era producto de algún brebaje que bebí sin darme cuenta. Pero no. Realmente logré descubrir que si habían actividades, cuando el sabado pasado fui a ver una película de sobre Julio Verne.El domingo tuve mejor suerte. Fui a una exposición de posters académcios con la idea de sacar algunas ideas para el propio que tengo que preparar para el semime de Lisboa.
El martes seguía mi buena fortuna pues logré un cupo para un café científico ¿qué es eso? Pues nada, sólo una charla pero que en vez de hacerla en n espacio formal, se hace en la noche y tomando vinito (que nunca es malo, o muy rara vez) Lugar con nombre de antología: Casa Encendida, en el mítico barrio Lavapiés. Esperanzado en el jueves y viernes en que debía asistir a un taller sobre corporalidad, movimiento y espacio artísitico, tristemente llegó el día miércoles, un correo de postergación producto de una inoportuna fiebre del profesor. Espero con ansias que realmente lo re programen y que las fechas coincidan con mis disponiblidades.
Raya para la suma... efectivamente la oferta divulgativa es enorme. El consumo masivo si hizo notar, en las calles habían posters, libritos con el programa y lo mejor de todo es que la gente iba (claro, la gente con suerte y planificada que hizo reservas con tiempo).
En Chile igualmente hay una semana de las ciencias, organizada por conicyt, a través del Programa Explora. Claramente es un buen esfuerzo, pero ante ésta, la española, pues surgen claramente diferencias abismantes. Acá el gobierno pone muchos recursos para el desarrollo de la Semana, aca la gente se interesa en eso, probablemente porque la difusión es acertada y probablemente además porque ya saben, como si fuera un rito, que una vez al año las puertas de los crípticos laboratorios, se abren. Una última cuestión es que la semana científica en Chile está orientada sólo para colegios. Tal vez eso habría que revisarlo y hacer que la producción científica igualmente se consuma. Tarea pa' la casa.
